miércoles, 4 de abril de 2018

Investigar el cáncer con ostras







Osias Beert

Bodegón con ostras y 
copas de vino 
(1620)

Óleo sobre tabla 43 x 54 cm  
Museo del Prado. Madrid 



El género del bodegón alcanzó una gran aceptación en los años del barroco, hasta el punto que tuvo muchos pintores especializados en esta temática (Osias Beert, Jan Steen, Luis Meléndez...). En muchos de estos cuadros aparecen platos de ostras, que debió ser un manjar frecuente en la época, especialmente en Flandes. Comenzamos hoy con uno de estos cuadros en el que, además de las ostras, aparece una mosca sobre el pan, que como ya dijimos en otra entrada sirve para dar profundidad al cuadro, aumentar el ambiente cotidiano y poner de manifiesto el virtuosismo del pintor. 

Jan Steen: Muchacha comiendo ostras
(1658-1660)

Los bodegones con ostras continuaron representándose después y fue un tema recurrente hasta nuestros días. Pero no vamos a tratar hoy mucho de pintura, sino de las propias ostras, que sorprendentemente presentan algo en común con el hombre. Y no me refiero a gustos gastronómicos sino a una proteína común, la VDAC. Esta sustancia sería la responsable del efecto Warburg (del nombre de Otto Warburg, su descubridor), que produce la proliferación de células cancerosas en humanos. 


En oncología, la denominación de efecto Warburg hace referencia al hecho de que la mayor parte de las células cancerosas producen energía principalmente en el citosol, por un proceso de glicólisis anaeróbica, es decir, gracias altas tasas de glicólisis seguidas por un proceso de fermentación láctica; en vez de producir energía por la vía de oxidación anaeróbica del piruvato en las mitocondrias ¡como es lo habitual en la mayor parte de las células normales. Este último proceso hace uso del oxígeno como aceptor final de electrones en la cadena respiratoria. Las células malignas tienen, típicamente, unas tasas de consumo de glucosa unas 200 veces mayores que las de las células normales que les dieron origen; y esto ocurre aún con un aporte pleno de oxígeno. Otto Warburg postuló que este cambio en el metabolismo es la causa fundamental del cáncer.

Osias Beert: Ostras (1610)
Las ostras también tienen esta proteína, pero en su caso, el efecto Warburg (que es irreversible en humanos) puede ser detenido o reactivado, en función de su entorno. El medio en el que viven las ostras es en efecto muy cambiante. Según las mareas, la ostra vive en un medio marino o en un medio aéreo, con todas las diferencias de temperatura que esto implica, que pueden ir de 32 ºC durante la marea baja a pleno sol a los 13 ºC en marea alta y a los 2ºC en marea baja durante la noche. La ostra no posee sistemas de regulación de temperatura y depende totalmente de la temperatura exterior. El efecto Warburg también se detiene o se reactiva en función de la temperatura. 


George Braque: Bodegón con ostras (1937)
La investigadora Charlotte Corporeau publicó este descubrimiento en 2014 en la revista Journal of proteomics. Antes de dedicarse al estudio de la biología marina, Corporeau se había dedicado a la biología médica. En 2010, los ostreicultores estaban preocupados por la mortalidad masiva de las ostras. Corporeau se centró en el posible papel del herpesvirus OsHV-1, y durante sus experiencias se dió cuenta que la proteína VDAC de las ostras podían modular el efecto Warburg. 


Luis Meléndez.
Bodegón con ostras, ajos huevos, perol y jarra (1772)
Museo del Prado. Madrid
Este tema ha suscitado un vivo interés por parte de los científicos que investigan el cáncer. Se podría conseguir algún día las facultades de la proteína VDAC que el hombre tiene en común con las ostras? 

De momento, las ostras siguen cerradas, guardando su críptico secreto entre sus valvas. Habrá que seguir investigando.  



Edouard Manet: Ostras (1862)
National Gallery of Art,  Washington































Bibliografía

Corporeau Ch, Tamayo D, Pernet F, Quére C, Madec S. (2014) Proteomic signatures of the oyster metabolic response to herpesvirus OsHV-1 μVar infection. Journal of Proteomics 109:176-187

Gatenby RA; Gillies RJ (2004). Why do cancers have high aerobic glycolysis?. Nature Reviews Cancer 4 (11). 

Kim JW, Dang CV (2006). Cancer's molecular sweet tooth and the Warburg effect. Cancer Res. 66 (18): 8927-8930.


Warburg O (1956). On the origin of cancer cells. Science 123 (3191): 309-314.


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